martes, 14 de noviembre de 2017

Los " Egregores"

Cuidado con lo que Pensamos

Los Egregores son "creaciones" nuestras, creaciones de cada uno de nosotros, todos creamos Egregores.

Esta energía PENSANTE de creación nuestra es un Egregor, es como un HIJO creado por su Creador (nosotros).

Este Hijo existe en un plano etérico y como es nuestro hijo, nosotros lo debemos mantener; si lo hemos polarizado con odios, sufrimientos y rabias, esta será su esencia.

Constantemente estamos emitiendo pensamientos desde nuestro cuerpo mental, es una actividad incesante y muchas veces sin la conciencia del todo despierta.

Los pensamientos son energías que se acumulan en nuestros cuerpos y otra parte de ellos se expanden y salen a la atmósfera, es decir, tiene masa (cuerpo) , y aunque no lo crean adquieren vida, personalidad, son entidades que funcionan de acuerdo a la dirección que le hemos dado.El ojo humano no está capacitado para "ver" estas energías, sin embargo hemos podido percibirlas en algunas oportunidades y nos afectan positiva o negativamente.

Para combatirlos y restarles fuerzas hasta debilitarlos por completo podemos seguir los siguientes pasos:

1.- Quemar la representación del egregor negativo en su símbolo – por ejemplo: quemar una imagen de una pistola- el fuego todo lo purifica, pensando y sintiendo la desconexión con él y experimentando la liberación personal con pensamientos de gratitud por haber sido liberados. Le quitas poder sobre ti, siéntete libre de la inseguridad, pero mantente prudente y precavido.

2.- Cuidar nuestros pensamientos, palabras, emociones y sentimientos al pensar en ellos. No darles más fuerzas o vibración negativa. De esa manera cambias tu vibración y ya no lo alimentas. Si sientes rabia con una noticia, razona… puedes decir. "Anulo y cancelo su poder sobre mi y los míos".

3.- Cambiar tu vibración u elevarla, para destruir un grado de ella en lo no deseable, aplica la ley del principio de polaridad y concéntrate a la atención en el polo opuesto al que deseas suprimir.

4.- Bendice mucho durante el día lo que veas, escuches, sientas que es bueno para ti. Bendice lo más que puedas y antes de acostarte, repasa tu día y bendice por lo menos a alguien a algo, bendícete a ti mismo.

Llénate de energía positiva. afirmando: "bendigo el bien en está situación y que se manifieste de inmediato". Pregúntate que enseñanza te está dando… al tener conciencia de tu aprendizaje y dar las gracias de corazón, te liberas.
Extracto de "El Egregor"

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