El sueño es un momento para restaurarnos y terminar el día.
Nuestros cuerpos se reparan a sí mismos y se renuevan y refrescan.
Nuestras mentes se mueven al estado de sueño donde se resuelven los problemas del día.
Nos preparamos para el nuevo día que tenemos por delante.
A medida que entramos en el estado de suspensión, queremos llevar pensamientos positivos con nosotros, aquellos que crearán un nuevo y maravilloso día y un futuro maravilloso.
Entonces, si hay algo de ira o culpa en ti, déjalo ir.
Si hay algún resentimiento o miedo, déjalo ir.
Si hay celos o ira, déjalo ir.
Si hay algún sentimiento de culpa o necesidad de castigo en los rincones de tu mente, déjalo ir.
Siente solo paz en tu mente y cuerpo mientras te duermes.
¡Que los ángeles acompañen tu camino!
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