Considero que una de las palabras que se ha ido distorsionando con el transcurrir del tiempo es la palabra “Amigo”.
Ahora se le dice “amigo” a cualquier persona, inclusive a las personas que hace unos cuantos minutos comenzamos a conocer.
Decía el gran Aristóteles que “la amistad era una sola Alma en dos cuerpos diferentes”. ¿En verdad podemos decir tal maravilla de todas las personas a las que llamamos o consideramos “Amigos”?
Y es que el ser “verdadero Amigo” conlleva una toma de consciencia y por lo consiguiente de conducta, que no lo puede vivir cualquier persona. Considero que no todos estamos hechos para tener “amigos” o que se nos considere como “verdaderos amigos”.
Algo que jamás perdonamos en un “amigo” es la traición. Cuando uno elige al otro para entregar la amistad, lo primero que entregamos es la confianza, inclusive, ese “amigo” llega a saber y conocer cosas que nadie más ha conocido; me atrevería a decir que ese “amigo” es capaz de llevarse el secreto hasta la tumba… por lo menos en la idealización que hemos hecho de su amistad.
Definitivamente un “verdadero amigo” te ofrece la oportunidad de convertirte en una mejor persona de lo que ya eres. A través de sus consejos, experiencias, acompañamiento, contención, metabolización de angustias, escucha, pero sobre todo, amor, cariño, admiración, logra crear en ti una unión que se experimentara como de muchos años atrás, muchas vidas anteriores.
Sí, efectivamente, habrá amistades de tiempos, etapas, circunstancias. ¿A qué me refiero con “tiempos, etapas, circunstancias”? que una amistad no estará valuada por el tiempo, sino por los efectos que haya producido en tu vida, qué tanto llegó a tocar tu Alma el encuentro con ese “amigo”.
Podrás convivir con esa persona en un viaje en tren, autobús, avión, barco, inclusive en el micro. Tal vez se vinculará en algún periodo especial de tu vida, pero hasta ahí y no más. Serán “grandes amigos” de la secundaria, prepa, universidad. No importa cuánto tiempo dure la amistad –ya que también algunas amistades tienen fecha de caducidad-, lo que importa, vuelvo a repetirlo, es cuánto marcó tu existencia, tu vida… cuánto tocó tu Alma y por esa experiencia te hizo ver la vida, tu vida, de manera diferente.
Así que no lo olvides, ser un “verdadero amigo” o pretender haber encontrado un “verdadero amigo”, no es tan sencillo, es encontrar una parte de ti –o una gran parte de ti- en otra persona, que está ahí, que siempre ha estado, pero que fue el momento de poder contactar con su esencia y reconocer a “esa misma alma en dos cuerpos diferentes”.
Una verdadera amistad te permitirá crecer, desarrollarte, ser consciente de tu vida, así como de las posibilidades que hay para poder “reparar” el daño que se haya podido causar.
Elige a tus amigos con Sabiduría. Identifícate con ellos en una mirada, en el sentir de su corazón cuando los abrazas. Cuando puedes aprender a su lado, siendo siempre tú, sin modificaciones, sino disfrutando de ese tiempo que se va como el agua entre las manos.
“Elige a tus amigos con sabiduría. Un amigo mentiroso y malo es más peligro que una bestia salvaje; una bestia salvaje puede herir su cuerpo, pero un amigo malo herirá tu mente”.
Por: Antonio Hernández Mascote.

No hay comentarios:
Publicar un comentario